Bienvenido a mi pequeño rincón de emociones, sueños e ilusiones, emborráchate del elixir de los eternos amantes; espero que te guste y repitas la experiencia, gracias por visitarme!:)

lunes, 9 de octubre de 2017

Te deseo un amante con el corazón roto
para que sepa entenderte
y para que respete tu tristeza
cuando haya humedades,
pero sobre todo
para que proteja los destrozos del tuyo
con el suyo
y cuando tiemblen
tener un sustento.
Te deseo un admirador del nudismo
para que vivas lo que es una mirada desmaquillada,
para que coloques los espejos al otro lado,
para que te lleve con los ojos
a amar tu cuerpo sobre todas las cosas,
para que respete tu belleza
y haga de tu silueta el mapa de su tesoro.
Te deseo a un fiel del mar
para que jamás detone las olas de tus lagrimales,
para que acepte que un día serás calma
y otro tempestad
y aun así decida volver a ti cada día,
para que no evite que te derrames,
para que lleve tu sabor en la piel
y mire dentro de ti aunque escueza.
Te deseo a un poeta
con toda mi pena
para que te condene en su egoísmo
a la eterna salvación,
para que te haga inmortal
cuando tengas ganas de morir,
para que la única bala que te dispare
cuando le abandones
-porque tú eres un pájaro atrapado en la nieve,
recuérdalo, amor mío-
sea la que detona una palabra,
para que cuando te sientas nadie
recuerdes que eres el olvido de alguien.

Te deseo a tantas personas
como amor quiero hacerte.
Yo, sin embargo,
solo te deseo a ti.

– Elvira Sastre -

sábado, 30 de septiembre de 2017

Puede que no sea mañana, ni dentro de un año. Pero algún día pretendo encontrarte, o más bien nos encontremos; y me quede atrapada en tus ojos mientras pasas por mi lado sin lanzarme una de tus miradas, esas que me matan.
Quizás te pares en seco y me sonrías mentando el típico “¿Qué tal te va?” de esos temibles encuentros con el pasado, poniéndote yo cualquier sonrisa elocuente que te haga imaginar lo bien que me ha ido desde que dejé de buscarte entre la gente, desde que dejé de martirizarme recordando tu cama.
  • Genial, ¿Y a ti?
Manda cojones, tanto tiempo esperando este momento y justo ahora no se me ocurre una respuesta más ingeniosa que esa.
Pensándolo bien simplemente ha sido un desdichado encuentro más con uno de tantos libros cerrados que tengo guardados en los cajones de esa jodida urna a la que llaman memoria.
Y bien, ahora solo tengo que retener el deseo de volver a tenerle entre mis nalgas y despedirle con la mejor de mis sonri...
  • Hace mucho que no nos vemos, te invito a cenar. ¿Quieres?
Sinceramente, nunca imaginé que volvería a estar allí, en “casa”, otra vez… Tan cerca y a la vez tan lejos de poder hundir mis manos en su pelo y recitarle al oído cuanto le he echado de menos con un buen vino entre los dedos y un buen mordisco entre sus labios y los míos.
Lo que había comenzado como un desdichado encuentro más, terminó siendo un encontronazo con el pasado en toda regla; enredándonos entre sus sábanas y saboreándonos como si fuese la madrugada de un 2 de abril.
- 00:00 Pide un deseo -
Volvió a enredarme el pelo y deshacer mis ideas, una vez más; y la verdad es que nunca hubiera pensado que le vería de nuevo sacando un par de cigarrillos, encendiéndolos a la vez y cediéndome uno mientras mi corazón se colapsaba de latidos al volver a sentir el roce de sus manos en las mías.
Ni se me ocurrió pensar - desde aquel día en el que dijiste que te marchabas para siempre - que algún día volvería a pronunciar las palabras que sellan el pacto.
- Hoy no me puedes dejar -


Al salir de su habitación no lograba calcular el tiempo que había estado ahí dentro, ni me importa saberlo, ahora mismo lo único que maldigo es que solo haya sido un sueño.
-Mi vida en verso-
Vol. XXXII

domingo, 12 de marzo de 2017

¡Qué bien sienta no pensar en ti todo el (PUTO) tiempo!
Los días son más cortos, las noches más amenas,
y el mundo ha adquirido de nuevo un brillo intenso.
(Cuanto más amargo es el amor, más dulce es el olvido)
Ya no parezco hecha de trapo,
soy carne latiente que rezuma vida.
Mis brazos se abren para estrechar otros cuerpos,
mis piernas también.
Me columpio sin miedo a caer.
Veo, escucho, huelo, siento, lamo...
Ignoro la presencia de las moscas
Atiendo cuando me hablan. Duermo cuando lo necesito.
No lloro. No bebo. No vomito.
Eres ahora apenas una sombra. Un vago recuerdo.
Un cadáver pudriéndose en el sótano.
Un leve escalofrío cuando escucho tu nombre.
Pero he de reconocer que te pienso a ratos, como ahora.
Aunque cada vez menos,
y menos,
y menos...
De modo que, a no ser que retroceda unas líneas,
ya no sé ni de qué estaba hablando.


- Ana Elena Pena (Sangre en las rodillas) -
Me volvió mala, no sé si lo entiendes, me hizo cínica y arrogante. A pesar de ser consciente que nadie tiene derecho sobre mí, yo se lo permití, me hizo una versión nueva, me reinvento noche tras noche, latido a latido. Me quito la pena que sentía, me regaló placer, fantasías, sonrisas. No me pongo a pensar en consecuencias, sé que con él no habrá nada que perder. Tal vez por eso me entrego, tal vez por eso me ofrezco y permito que me moldee a su antojo, que me teja una historia de lujuria sobre la piel. Me vuelvo esclava de sus dedos, de la manera en que me va envolviendo hasta convertirme en muerte y me hace renacer. No sé si lo entiendas, me vuelve mala y lo agradezco… Me acerca más a lo que soy, sin ningún remordimiento.

-Mercedes Reyes Arteaga-

viernes, 24 de febrero de 2017


Some people are good at being in love. Some people are good at love. Two very different things, I think. Being in love is the romantic part: sex all the time, midday naps in the sheets, the laughs, the fun, long conversations with no pauses, overwhelming separation anxiety… just the best sides of both people, you know? But love begins when the excitement of being in love starts to fade: the stress of life sets in, the butterflies disappear, the sex becomes a chore, the tears, the sadness, the arguments, the cattiness… the worst parts of both people. But if you still want that person by your side through all of those things… that’s when you know, that’s when you know you’re good at love.

-Matty Healy-

martes, 21 de febrero de 2017

Estoy un poquito rota,
pero nada raro,
porque todos estamos un poquito rotos siempre.
Y para ser sincera
las ruinas a mí en serio que me parecen preciosas,
lejos del daño y las grietas,
son también señal de que estamos viviendo.
Y mejor, poco a poco, ir juntando los escombros de batallas perdidas que no saber ni siquiera de qué material están hechas las catástrofes.
Y digo la verdad:
que a veces la tristeza también nos pone guapas.

-Estefanía Mitre-